
La Actitud, del latín actitudo, es un comportamiento que se expresa de cierta forma, en función de las circunstancias, y que revelaría el estado anímico de una Persona. Otra definición la explica como una disposición mental que direcciona la respuesta de un individuo ante ciertos sucesos, lo que la encasilla en un tipo de motivación social más que de la mente, siendo resultado de un proceso cognitivo, de comportamiento y afectual.
Concepto de actitud
La actitud se relaciona con la percepción del mundo que las personas tienen, de forma que responden ante estos estímulos según una conducta que tengan aprendida.
Por ejemplo, si alguien muy sensible ve a otra persona que necesita ayuda, lo más probable es que adopte una actitud solidaria y le intente ayudar. Por el contrario, alguien con una actitud fría y sin escrúpulos, pasará delante de esa persona sin molestarse a preguntar cómo está.
Por tanto, se puede definir la actitud como el juez interno de cada uno de nosotros, que considera si un hecho que se nos presenta lo consideramos como bueno o malo, y ejecuta la sentencia a dicho suceso.
Tipos de actitud
Existen tres tipos fundamentales de actitudes, sobre los que se engloban todas sus variantes:
Actitud positiva
Es la postura que adoptan las personas optimistas, considerando siempre las cosas buenas frente a las adversidades. Esto hace que la gente a su alrededor adopte también una actitud positiva y consigan resolverse los conflictos.
Actitud negativa
Depresión, frustración, irritabilidad, etc., son sentimientos asociados con una actitud pesimista o negativa, que lleva a estas personas a verlo todo negro y, aunque en realidad no sea algo tan grave, para ellos es el fin del mundo.
Lo que ocasiona esta actitud, es que no puedan llegar a conseguirse ninguna de las metas que se propongan, siempre paralizándose ante el miedo al fracaso y los desafíos que nos presenta la Vida.
Actitud crítica
Con la actitud crítica intentamos encontrar la verdad de una afirmación o suceso concreto, separando los hechos de las hipótesis, para que aquello que intentamos comprender sea con absoluta certeza algo fiable. Esto implica investigar algo antes de creer en eso, y buscar contrastar nuestra opinión con la de otras personas, especialmente las entendidas en el tema en cuestión.
Diferencia entre personalidad y actitud
En ocasiones como se parecen tanto, se suelen confundir, y es que una actitud está en parte determinada por el tipo de personalidad que se tenga.
Sin embargo, existe una sutil diferencia, y esta es el tiempo en el que perdura el sentimiento. Por ejemplo, cuando alguien adopta una actitud enfadada, es porque algo o alguien ha provocado en esa persona unos sentimientos negativos, que desaparecerán una vez la causa no esté presente.
La personalidad, en cambio, dura en el tiempo; alguien que es tímido tenderá a no iniciar conversaciones ni a participar demasiado en ellas, y está claro que pueden haber momentos en los que no exista tal timidez, pero ésta dura consistentemente en el tiempo a menos que la persona realice una terapia que tengo éxito.
Actitud vs aptitud
Como actitud y aptitud son conceptos parecidos es fácil confundirlos, pero en realidad actitud se refiere a la forma en la que respondemos a las cosas, cómo las respondemos y que respuesta damos.
La aptitud, por otra parte, hace referencia a una habilidad de la que disponemos. Por ejemplo, hablar inglés sería una aptitud, mientras que estar enfadado porque un amigo te ha mentido, sería una actitud.
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