
El Budismo es una doctrina filosófica y religiosa, considerada no-deísta (esto es, que no acepta a un dios creador), que busca que cada Persona desarrolle su máximo potencial, por medio de una transformación positiva desde lo más interno de su ser.
Sus prácticas mencionan elementos como iluminación, sensibilidad, cariño, empatía, Libertad, espontaneidad, Amor, conexión, entendimiento absoluto de la naturaleza. Nace en la India aproximadamente en el Siglo V. a.c y se desarrolla en su máximo esplendor hasta el S. XIII d.c. Hoy en día, es una de las religiones más populares en Asia.
Sidarta Gautama, o conocido usualmente como Buda, fue quien difuminó todas las enseñanzas en la India. No es considerado un Dios, sino un humano iluminado. Las creencias budistas se determinan por las tres joyas: Budha, Dharma y Sangha.
El Budha es la representación del humano que busca iluminación. Sus enseñanzas determinan que todo, -el planeta, el universo y la mente- está en constante transformación. Así es la Vida en este planeta. El Dharma, en los templos budistas, se ve representado con flores. Hoy están lindas, vivas. Mañana, ya no tanto. Dentro de una semana, formarán parte de una cosa. Todo evoluciona, todo cambia. El Sangha representa a la comunidad que tiene estos Valores y sigue las enseñanzas de Budha.
Las enseñanzas budistas son fundamentalmente humanistas. El camino para llegar a la iluminación los traza el hombre. La fuerza, la inteligencia, el poder, la Responsabilidad, la percepción amplia del universo parten de una persona y a través de ella se llega a la emancipación. No hay otro lugar para desarrollar esta filosofía más que en nosotros mismos. “El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional”, reza un precepto budista. El despego y los diversos puntos de vista desde donde se pueden ver una situación pueden ser los primeros pasos para llegar a la paz que profesa este camino a la liberación.
Las escuelas principales del Budismo son Theravada y Mahayana. La primera representa las enseñanzas más antiguas. Su lección fundamental es el autoconocimiento, el razonamiento y la experiencia personal. Todo lo contrario a la fe sin límites. El Mayahana comprueba, a través de una metodología específica, la verdad. Además, utiliza este camino no sólo para la claridad propia sino para todos los que se encuentran en este proceso de vida.
Las religiones o doctrinas humanas, por muy distintas que sean sus características, tienen como fin último la paz del cuerpo y del alma. Son antiguas como el mundo mismo. Por ello es siempre es interesante conocer un poco más de ellas para entendernos como vecinos de un mismo planeta.