
La heterosexualidad es una atracción sexual de un individuo por otro del sexo contrario. El concepto de la heterosexualidad está ligado a las relaciones que se dan entre parejas de distinto sexo, considerándose homosexuales a todas aquellas en que ambos sean del mismo. Alguien heterosexual, o hetero, se siente atraído sólo hacia mujeres si es un hombre, o sólo hacia los hombres, si es una mujer. Hoy existe un gran debate sobre la legalidad o no de que se formalicen las uniones de personas del mismo sexo, habiéndose este hecho ya consumado en varios países, muchos de ellos considerados conservadores, como E.E.U.U.
Influencias de la iglesia
Es clara la mano del cristianismo, tanto en su rama católica como protestante, y en concreto de la Biblia en condenar el homosexualismo como una práctica pecaminosa, no aceptando todas las relaciones fuera del matrimonio y que se salieran de la “normalidad” establecida, esto es, las relaciones entre individuos del mismo sexo una vez casados. Sin embargo, la Biblia condena la práctica pero no a la Persona. Estas creencias se extendieron a todos los ámbitos, no solo el eclesiástico, dando lugar a que personas no cristianas o ateas vean con malos ojos a gente que no sea heterosexual.
La Biblia y la homosexualidad
Si bien muchas personas afirman que la Biblia no condena al homosexualismo, ella sí es clara en hacerlo, y no sólo en un versículo sino que en varios libros diferentes. Te mostramos los versículos que hablan del homosexualismo:
- Levítico 18:22: «No practiques la homosexualidad, al tener relaciones sexuales con un hombre como si fuera una mujer. Es un pecado detestable.»
- Levítico 20:13: «Si un hombre practica la homosexualidad, al tener relaciones sexuales con otro hombre como si fuera una mujer, ambos han cometido un acto detestable. Ambos serán ejecutados, pues son culpables de un delito de muerte.»
- 1ª Corintios 6:9-10: «¿No se dan cuenta de que los que hacen lo malo no heredarán el reino de Dios? No se engañen a sí mismos. Los que se entregan al pecado sexual o rinden culto a ídolos o cometen adulterio o son prostitutos o practican la homosexualidad, o son ladrones, o avaros, o borrachos, o insultan o estafan a la gente: ninguno de ésos heredará el reino de Dios.»
- Romanos 1:26-28: «Por esa razón, Dios los abandonó a sus pasiones vergonzosas. Aun las mujeres se rebelaron contra la forma natural de tener relaciones sexuales y, en cambio, dieron rienda suelta al sexo unas con otras. Los hombres, por su parte, en lugar de tener relaciones sexuales normales, con la mujer, ardieron en pasiones unos con otros. Los hombres hicieron cosas vergonzosas con otros hombres y, como consecuencia de ese pecado, sufrieron dentro de sí el castigo que merecían. Por pensar que era una tontería reconocer a Dios, él los abandonó a sus necios razonamientos y dejó que hicieran cosas que jamás deberían hacerse.»
Esto no implica bajo ninguna forma que los cristianos debieran odiar o excluir a los homosexuales, sino que amarlos como a cualquier persona, sin justificar el pecado en sí.
Preferencias sexuales
¿Se nace siendo hetero u homosexual? ¿O por el contrario es el resultado de lo que los niños/as observan en su entorno social?
Lo cierto es que al principio se pensaba que podría ser cosa de la genética, la cual dirigía los gustos de cada persona pero, según estudios de Freud que posteriormente fueron desarrollados por André Gide en 1911, los individuos aprendían a qué debían sentirse atraídos, por imposición social, desde muy pequeños. Como la sociedad bombardea constantemente a los niños con conductas heterosexuales, éstos lo consideran como lo más correcto, desechando otros sentimientos.
No tuvo mucha aceptación esta teoría entre los psicoanalistas, aceptando la anterior hipótesis de que la sexualidad y las preferencias sexuales venían de fábrica marcadas en nuestro ADN.
Pero esta hipótesis deja sin aclarar las dudas de como por ejemplo familias heteros tienen hijos homosexuales, o por qué hay gente que tiene preferencia por ambos sexos, conocidos estos últimos por bisexuales.
Diversidad sexual
Lo cierto es que en nuestra sociedad actual, la heterosexualidad ocupa el lugar de privilegio entre las preferencias sexuales aceptadas, siendo las demás relegadas por nuevas o desconocidas para unos, aunque históricamente siempre haya habido plurisexualidad en la Historia de la humanidad.
En los últimos tiempos se han ido aceptando estos tipos de orientaciones sexuales como normales, no importando ésta en la personalidad de las personas, es decir, ser hetero o homosexual no dice el tipo de persona que eres, solamente el tipo de personas con las que tendrás relaciones sentimentales.
Además, muchas veces se tienen prejuicios equivocados sobre las pautas de comportamiento adecuadas que están relacionadas (supuestamente) con la orientación sexual; a los hombres les gusta el deporte, a las mujeres los cotilleos, por tanto, si hay una mujer que le gusten los deportes o un hombre al que le gusten los cotilleos, se consideran menos hombres o mujeres por la sociedad.